1. Come para ganar.
Realmente somos lo que comemos. La
mentalidad de “comer para ganar” es entendible ya que lo que ponemos en nuestro
cuerpo afecta nuestra atención, energía y bienestar en el transcurso del día.
Una dieta de comida chatarra te llevará a un mal rendimiento. Cuando comenzamos
el día consumiendo alimentos saludables, instantáneamente estamos listos para
tener una jornada productiva.
2. Comienza tu día con un smoothie verde.
No hay mejor
manera de alimentar tu mente y cuerpo que consumiendo una bebida alcalinizante
a primera hora de la mañana. Una de mis recetas favoritas es la siguiente: ocho
onzas de agua, dos puñados de espinaca
orgánica, una manzana, dos tallos de apio y jugo de limón. Esta bebida es alta
en fibra, la cual ayuda al cuerpo a deshacerse de las toxinas y proveernos con
las vitaminas y minerales necesarias para tener altos niveles de energía.
3. Planea tu día la noche anterior.
Tómate de 10 a 15
minutos para hacerlo. Adoptar este hábito produce beneficios fenomenales. La
falta de sueño normalmente es ocasionada por pensar en las cosas que tienes que
hacer al día siguiente. Esto hace que la mente no descanse y se vuelve mucho
más difícil tener una buena noche de descanso. Al planear tú día, despertarás
listo para tocar el piso y saber exactamente qué debes hacer.
4. Escribe un credo de productividad.
Esto ha sido un
absoluto cambio de juego. Por ejemplo, mi credo está escrito en una tarjeta que
dice: “Yo, Matt Mayberry, soy la persona más productiva que conozco. Yo domino
mi día y me muevo rápidamente de tarea en tarea, terminando la cosas que más
importan”. Esta simple afirmación ha hecho maravillas y la llevo conmigo a
donde quiera que vaya. Cuando me encuentro con miedo, miro mi credo y regreso a
trabajar. Le echo un vistazo por lo menos 10 veces al día.
5. Comienza tu día con ejercicio.
Lo digo todo el tiempo. El
ejercicio es la mejor herramienta de productividad en la que puedes invertir.
Encuentra una rutina que funcione para ti y trabaja en esa rutina cada mañana.
Al comenzar tu día con ejercicio, haces que tu sangre fluya y te deshaces de
las tristezas mañaneras cuando sueltas endorfinas. No solamente un buen
ejercicio te alivia del estrés y sube tu energía, sino que también te sentirás
enérgico y listo para conquistar el día.
6. ¡Bébela toda!
En lugar de correr para tomar una taza de
café cada vez que te sientes débil o cansado, toma agua. Nuestros cuerpos
necesitan una buena hidratación para funcionar eficientemente. Es una tendencia
natural buscar el remedio que nos “levante”. Estos métodos de energía no viven
mucho tiempo. El cuerpo humano está compuesto un 70% de agua. Muchas de las veces que te
sientes cansado en realidad estas deshidratado. El agua es fundamental para el
alto rendimiento.
7. No molestar.
¿Cuántas veces en tu día alguien entra en tu
oficina y te interrumpe para hablar de puras tonterías? Las probabilidades son
que estás siendo constantemente interrumpido por medio de mensajes, el teléfono
o e-mail a lo largo de tu día. Si trabajas en una oficina, pon un letrero de
“no molestar” cuando necesites hacer un trabajo muy importante.
Si trabajas desde casa o fuera de una oficina, establece una
política para que la gente sepa que no debe llamarte o interrumpirte durante
cierto tiempo. Si eres capaz, silencia por completo tu celular y guárdalo para
que no hay ninguna distracción o urgencia que no te deje hacer tu tarea.
8. Toma una caminata o come fuera de la oficina.
En lugar de
almorzar en tu oficina, encuentra el lugar más cercano donde puedas estar y
relajarte. Una estrategia para rejuvenecer y estar preparado para aguantar el
día completo es que tomes una caminata a la hora de la comida. Esto te ayudará
a aclarar tu mente del desorden y distracciones del día y debería recargarte
para una segunda parte del día más productiva.
9. La hora de la grandeza.
Esta es la única hora que ocupo
por las mañanas para preparar mi mente, cuerpo y espíritu para el día que me
espera. Esta rutina consiste en leer un libro edificante por 15 o 20 minutos,
reescribir mis metas mientras visualizo el logro de cada una, meditar sobre la
productividad de mi credo mientras observo mi lista de pendientes y finalmente
inundo mi mente con mensajes positivos y motivacionales vía audio.
Solamente esto puede alterar drásticamente mis niveles de
productividad. En vez de estar mirando toda la negatividad que hay en los
periódicos o en la noticias, disfruta de la preparación de tu mente para un día
fenomenal.
10. Decide.
Para realmente volverte la persona más
productiva, primero debes decidir hacerlo. No te castigues sobre lo
improductivo que has sido o pienses sobre lo productiva que es otra persona.
Esto nunca te llevara a donde debes llegar. Tomar la decisión es sólo la mitad
de la batalla. Una vez que has tomado medidas, comenzarás a retarte y verás lo
mucho que puedes lograr cualquier día.