Hace algunos años atrás, una de mis inquietudes era encontrar
una alternativa (o formula por llamarlo de algún modo), para lograr modificar
hábitos o conductas, de forma más rápida, que sea sostenible, para las personas,
si bien quizá algunas conductas no son altamente dañinas o perjudiciales para la
humanidad en general, si generaban un nivel de insatisfacción en lo personal y
que lograr conquistarlas se convierte en un motivador que desencadenara una
serie de pequeños cambios, que impactaría directa o indirectamente a los
círculos de influencia más cercanos (Familia,
amigos, iglesia, la empresa, sociedad, en fin).
En una reunión entre
colegas discutiendo el tema, reaparece
una palabra sencilla, conocida y seguramente más utilizada en contextos académicos, Aprendizaje,
citando uno de sus conceptos, que el Aprendizaje es la modificación
voluntaria de la conducta… (Ing. Willy Gomez). Eso mismo nos lleva entonces que para aprender, seguramente tendremos que desaprender, intentare darle forma a la idea. Si una persona desea modificar determinada conducta, sencillamente debe ir a buscar el argumento; Pero para llegar al argumento, se debe conocer el proceso que se llevó, que fue a través de varias etapas, veámoslo de manera gráfica.
Llegando a este punto, podríamos concluir que una conducta
se alimenta constantemente de una historia, que se afianza con un argumento.
Sería entonces de considerar que para para modificar una conducta, debemos
encontrar el argumento que la enraíza y razonar sobre cómo llegamos a este
punto, seguramente implicara confrontar un tanto los sentimientos o
pensamientos y lo que implicara un cambio, de allí elegir si es el momento de
transformarnos a nosotros mismos, siendo conscientes de los beneficios que vendrán,
el siguiente paso para acelerar el proceso, será el de desaprender (es como ir
borrando en una pizarra), todo lo que nos hizo llegar a la conducta que ya no
es deseable o necesita ser cambiad, al dejar la pizarra en blanco, comienza un
nuevo ciclo que lo hará sostenible, el del aprendizaje, porque hemos elegido
(voluntariamente) modificar la conducta, y cuando el cambio se haga evidente
habremos construido una nueva historia,
que alimentara constantemente la nueva conducta. La inquietud ahora será si tomamos el reto
de conquistarnos a nosotros mismos y ver hasta dónde podremos llegar en
cualquier área de nuestra vida…
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